jueves, 10 de mayo de 2007

El boguer de hoy, de ayer y de mañana

Ante el requerimiento del Dto. de Hagshmá son estas algunas reflexiones sobre la encuesta realizada por bogrim.
Dr. Janan Nudel

ANALISIS

A partir de un encuentro de bogrim en el que participaron aproximadamente 100 de ellos, se programó una actividad que expresara como tenían incorporada la tnua de ayer, la de hoy y como visualizaban, la tnua de mañana.

Con el nombre de ayer situaban un movimiento que los antecedió, sin poder a través de las respuestas saber a que ayer(tiempo) se referían.

La tnua de ayer puede ser la de sus comienzos, o también la que ellos suponen que desapareció antes de que ellos ingresaran. La que existió en un momento determinado hasta que dejó de ser.
Por algunos términos que utilizaron se referían a una tnua sionista, realizadora y jalutziana.
La de hoy aparece definida como la no tnua de ayer, y la de mañana, como la no tnua de hoy.

Características del boguer que enumeraron con mayor frecuencia de la tnua de ayer:

1. Constructor de la historia
2. Iniciativa
3. Compromiso con el sionismo realizador.
4. Mayor sentimiento
5. Alia en garinim
6. Mas fuerte ideológicamente.
7. Iniciativa
8. Muy tradicionalista
9. Empuje
10. Militante
11. Compromiso con el judaísmo
12. Ideas claras
13. La tnua como forma de vida
14. Coherencia
15. No rendirse nunca
16. Vanguardista
17. Dejo el creer que la única verdad era la tnua
18. La intransigencia
19. Descarto las ideologías cerradas
20. Poca tolerancia

La tnua se transmite como algo idealizado e inalcanzable. La tnua del ayer, no queda claro hasta cuando se habla del ayer, es un paraíso revolucionario. Luchaba contra la asimilación y se preocupaba por la comunidad.

La tnua jamás lucho contra la asimilación, se embanderó detrás del antisemitismo. Para los javerim de la tnua de ayer la comunidad era un espacio deteriorado y conformista. Vivía una vida paralela a la de la comunidad judía de la que no se sentía parte, de igual manera que la alía no era a Israel sino al kibutz.

No aparecían dudas: un ideal puro.

Es cierto el compromiso con la causa aunque la vivíamos como propia, pero sin entenderla. La identificación con la ideología no surgía del conocimiento sino por ser javer de la tnua.

De verdad creíamos en un mundo mejor, sin conocer lo peor del mundo.

NO EXISTE EN LA IMAGEN DEL BOGUER NINGUNA CARACTERISTICA QUE HUBIESE QUE MODIFICAR

Para un javer de la tnua lo más seguro era otro javer de la tnua.

Había competencia por los roles. En especial los madrijim que amábamos nuestro trabajo, hacíamos visitas domiciliarias. Ser madrij daba un status. Como en la familia, no había en la tnua una persona con la que hablar un problema personal.
Existía el ocultamiento.
Era un régimen militar, que no se daba en garinim que se integraban a la tnua de otras instituciones, y que habían tenido una formación distinta, una vez que eran más grandes.
Mas aliot por ideología. La alia de un garin era un motivo de fiesta. Sólo se interrumpió cuando nos enteramos que javerim de uno de los garinim que subió al barco fumaba y se emborrachaban. Muchos volvieron por considerarse marxistas.
No estaba en nuestra posibilidad elaborar ese hecho.
Otro golpe fue en el año 1959 cuando nos enteramos que todo el garín que había estado en el kibutz Jatzor, en el majan abandono el movimiento.
Como se percibe por estos hechos, comienza un proceso de desidealización, ya a partir de los años 60.
La militancia era un valor reconocido. Pero no teníamos ninguna posibilidad de autocrítica. Los valores de los movimientos juveniles eran: Amor por la kvutza, el kibutz, éramos una vanguardia. Nuestra calidad de vida se sostuvo en la ingenuidad y la confianza. Cuando alguno salía del movimiento era un quiebre para todos. La palabra traidor resonaba en nuestras mentes.
Nuestro compromiso era ilimitado y la tnua era nuestra prioridad. En el año 1953 ya cada uno elegía cual era su carrera en el secundario. Nuestra realidad era el kibutz, vivíamos para servir, y para nosotros la tnua era un solo un tránsito.
No había un sólo javer que no pensara en la alia mientras estaba en el movimiento. Cuando salía era que habíamos fracasado en evitarlo.
En 1959 los que estábamos en el majón, durante nuestra estadía en el kibutz, escuchábamos comentarios que era mejor estudiar primero y luego hacer alia. La mayoría tenía que elegir o la universidad o la tnua.
En el imaginario quedó la frase ser “ boguer hasta la muerte”. Es una frase que devela la realidad de los movimientos en lo que se nombra con “ el ayer”.
Ser boguer hasta la muerte es fundamentalismo. Segundo, no era posible ser boguer hasta la muerte porqué te expulsaban del movimiento.
Se observa la idealización en:
La idea de compromiso. En las tnuot siempre fuimos minorías.
La crítica social. No estaba desplegada la crítica sino la acusación. La crítica deviene de poder pensar en libertad.
La capacidad de iniciativa. ¿Qué iniciativa se podía tener en una estructura que no podía ser pensada?
El empuje. Es verdad, había empuje, si se entiende por empuje ir hacia delante con impulso. No existía empuje si se trata de desplegar la capacidad intelectual o de carácter. En la tnua nadie era el que quería ser, sino el que debía ser. En la tnua era lo unificado, lo igual. Si bien el madrij era muy cálido, su formación no le permitía analizar aquello que sus janijim atravesaban.
Las ideas claras. Las ideas no estaban claras; si estaba claro el camino. Lo dije en una oportunidad: “nosotros luchábamos por ideales antes de saber el significado de las palabras.
Valentía para defender las ideas: ¿ Ante quién? ¿ Quién era el sujeto frente al cual defender nuestras ideas? La tnua era un ideal. Comprometía la vida de muchos de nosotros. Los que fueron más independientes resolvieron mejor situaciones que se les plantearon.
Cuando se nombra la tnua de ayer, hubo varios “ ayeres”. Al que el grupo se refiere, entiendo, no tiene que ver con las primeras aliot. En las aliot hubo un porcentaje que lo hizo por razones ideologicas. La mayoría por razones personales.
Aquello que creo el imaginario(lo maravilloso de esa tnua con respecto a lo siniestro de la de hoy) resultó de otro imaginario(la idea que éramos críticos y libres, ni una ni la otra).
La tnua fue un lugar hermoso porque comprometía nuestra vida. No lo era por la manera en que comprometía nuestra vida.
Hicieron alia grupos que se formaron fuera de la tnua, muchos exitosos. Hubo garinim de gente más grande, que había resuelto aspectos de su vida personal. Para nosotros no existía la persona sino la kvutza(el grupo).
La tnua fue más exitosa cuando el kibutz tenía una función en Israel. Siguió siendo menos importante a medida que la figura del kibutz y del jalutz se fue deteriorando.
Si es cierto que era la prioridad para aquellos que estaban en la tnua. Pero cuando hablo del año 1959 ya el ideal no fue tan avasallador como lo había sido hasta ese momento.
En el kibutz hay miembros que entraron por razones ideologicas, pero también muchos que lo hicieron por otras razones. Debe ser difícil reconocer si aquellos que más creían en el ideal resolvieron mejor la crisis a la que se confrontaron.
Las vivencias fueron lo más enriquecedor. El creer en algo que trascendiera al yo, aunque no sabíamos que era, hizo de muchos de nosotros seres más nobles.
Tal vez el error estuvo en la transmisión: idealizar la tnua de antes que descalifico aun más la de ahora. Sin embargo en la actual, asoman características que corresponden más a una democracia que la tnua de ayer.
No aparece en el imaginario de la tnua de ayer ninguna fisura, ningún cuestionamiento, ninguna reflexión sobre la forma en que vivíamos en ese lugar. El lugar era lo emblemático. Quizás su riqueza estuvo en aquello que no se nombró: la amistad, la fe, la competencia con las otras tnuot, el interés por una forma de vivir que no hubiésemos podido conocer de otra manera. La alegría que teníamos de estar con el otro. La complicidad que compartíamos de creernos los mejores como hombres y como judíos. Todavía para nosotros había una diferencia entre los hombres y los judíos. Vivimos separados del judaísmo. Teníamos una manera particular de vivir como judíos: estabamos en el kibutz, ajenos a aquello que pasaba alrededor, y sólo afectados por el antisemitismo. No éramos parte de la comunidad salvo como protesta.
No conocíamos gente de afuera. No podíamos, aunque nadie lo prohibiese, vincularnos con otra gente que no éramos nosotros.
Demasiados “no” a cosas importantes pero que no nos competían, y “sí” fáciles con compromisos que nada tenían que ver con nuestra edad.
Esa idealización no favoreció a la tnua de hoy. La tnua de hoy tiene que crecer sin un destino claro: aquí las ideas están más claras. Cada uno debe decidir por sí mismo su destino. Antes la pelea formaba parte de la situación, hoy la pelea es una decisión.
Siempre hubo roces vinculados con el poder. Pero también hubo roces más amorosos, sin tocarse porque estaba prohibido. Hace poco participé de un encuentro con un grupo religioso que recordaba con afecto y sumisión, al rabino que estuvo durante la formación de la institución.
Quienes estuvieron con él pensaban que de haber seguido el mismo rabino muchos problemas se hubieran resuelto. No faltaron entre los que lo desconocían, quienes dijeron que no aceptarían ese liderazgo.

La tnua de ayer evitó el preguntarse acerca de la tnua. La tnua de hoy no deja de preguntarse alrededor de la tnua. La tnua de ayer tenía todo claro porque no preguntaba, la de hoy tiene todo confuso, porque se preguntan porque no son como los de ayer. Si haber sido como los de ayer fue aceptar la perdida de la libertad, ser como los ayer en el hoy, es la perdida de consciencia de la realidad.

Hay cierto reconocimiento que la tnua de ayer era cerrada, intransigente y con poca tolerancia. Pero estas características aparecen paralelas al concepto que tenían de los bogrim y de la tnua de ayer. No significan con claridad que limitaciones creaban en los bogrim, esta única manera de poder ser.

De todas maneras, en los caracteres de la tnua de hoy aparecen indicadores de mayor conciencia, aunque de menos militancia.

La tnua de hoy no nombra lo mismo que la tnua de ayer, más aun, ni siquiera los ideólogos de la tnua de hoy tienen certeza de hacia donde orientar su educación.

En las respuestas de la tnua de mañana reina un escepticismo vinculado a sí habrá boguer, ¿ Qué boguer? Para otros habrá tnua. Esta en duda la continuidad del movimiento, aunque es probable por lo que se insinúa que será algo distinto, pero que seguirá(de acuerdo a las encuestas).

1. Superficiales.
2. No saben hacia donde van.
3. Un marco social.
4. Poca fuerza.
5. Poco sentimiento.
6. Desilusión.
7. Pocas ganas de mejorar
8. Menos alia
9. Mayor escepticismo por temas judíos
10. Pocas ganas de mejorar
11. Poca concreción de proyectos
12. Pocas ideas claras
13. El compromiso con el sionismo realizador
14. Identificación pobre con la tnua
15. Descarto un pasado mejor
16. Soy mejor de lo que piensan
17. Las ganas de adaptarse sin perder la identidad
18. Sentimiento de pertenencia
19. Pertenencia
20. Continuidad a pesar de todo
21. Mantener en esta sociedad(2)los valores de la tnua
22. Conversar sobre como era la tnua de ayer de hoy y de mañana

Análisis:


Una rápida lectura de las características de la tnua da sin duda un síndrome en menos. Aquello que en el ayer estaba ahora desapareció.

No saber hacia donde ir, es seguramente una dificultad que no depende sólo de los bogrim. A partir de que el ser no tiene dirección, su proyecto lo situara en un lugar desde el cual pueda darle un sentido a su vida.

El sentido de la existencia misma del boguer esta planteado en el trabajo. La palabra poco, si bien no niega la existencia de algo, lo disminuye en significación: poca militancia, ideas, compromiso, sentimiento, pocas ganas de mejorar, poca fuerza. Poca concreción de proyectos, poca alia.

Pero hay un dato evidente: si bien estar en la tnua nombra algo distinto, eso distinto que nombra no admite comparaciones con la tnua de antes. Antes era un camino hacia Israel, aunque muchos se quedaran, ahora es un lugar donde transcurrir la adolescencia aunque algunos hagan alia.

La pregunta cambia: ¿ Cómo viven la adolescencia los jóvenes que circulan por el movimiento?
Si bien la tnua embandera la alia, ya no lo hace como la única verdad, y termina desvalorizando lo que ella misma produce.

Es conocido que “el que cree que todas las frutas maduran con las cerezas, no conoce las uvas”. La búsqueda de la identidad de los hijos no tiene que ver la identidad de los padres, sino con lo propio.

No aparece lo propio durante la encuesta. Para los fines que se propone la tnua hoy es posible que sí cumpla con sus objetivos, o no. Pero no está claro con respecto a que proyecto se piensa.
Sin embargo aparecen comentarios desde un lugar de debilidad que van introduciendo algunos elementos que no figuraban en la tnua de ayer, como por ejemplo:

Atravesar la búsqueda de una identidad en un momento de integración al medio circundante.
Mantener la tnua cuando no está en el deseo de nadie, más allá del propio.
Seguir con preguntas sobre el boguer de hoy, de ayer, y de mañana.
Querer participar de un mundo más abierto.
En una sociedad que alimenta el individualismo a ultranza, en la cual el kibutz aparece como un destino dudoso, en que Israel atraviesa por situaciones que ponen en riesgo los valores que sostuvimos durante nuestra vida, y no la de ustedes, y que ustedes recibieron las consecuencias de aquello que nosotros no podíamos ver. En un país que no se sabe si podrá o no resistir económica y políticamente, sin destinos laborales y con una desocupación desconocida hasta hoy, con indicadores de pobreza que comprometieron a la clase media, tampoco la tnua puede ser otra que la que es.

Si es posible que no sea la que pueda ser desde aquello que se plantea.

Continuar a pesar de todo, y reconocer la dificultad es un adelanto respecto a la tnua de ayer.
Descartar que lo pasado fue mejor son dos cosas al mismo tiempo: por un lado, desde la globalización uno de sus principios, pero como está sugerido en esta encuesta, es una denuncia: dejen de apabullarnos con lo que fueron y déjennos ser como somos. Tampoco fueron como dicen que fueron. ¿ A quién le habla este boguer? ¿ Quién lo hostiga? No es su conciencia, no es su sentimiento de culpa, sería más bien un pasado que le fue presentado como inalcanzable. Sumado a ello en el que muy pocos creen.
A ese mismo interlocutor le contesta: soy mejor de lo que piensan.
Son mejores de cómo los piensan. Por la profecía de Thomas, aparecen demandados en lo que no pueden y no en lo que pueden.
De verdad están ahí, en San Bernardo, discutiendo, pensando, hablando, juntos, ya eso es importante.
Respecto al boguer del futuro, imaginan la tnua por muchos años. No saben cómo, no saben a qué se llamará boguer. Creen que habrá amor por la tnua ( presencia) al mismo tiempo, se preguntan: ¿ Qué boguer?( ausencia), o se busca boguer. Se imaginan dilemas(¿pienso luego existo o existo y luego pienso? No van a saber de donde vienen (memoria) ¿Volverá a ser como antes? (dudas). ¿ Habrá janijim? (continuidad).
En un mundo tan cambiante tampoco es importante que lo sepan.

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