jueves, 31 de mayo de 2007

sábado, 26 de mayo de 2007

jueves, 24 de mayo de 2007

Palabras escritas por los sobrinos Dotan y Rotem y leidas por Dotan en el sepelio de Janan

Querido y amado tio,

La idea que estamos ahora aquí parados, en tu entierro, nos es todavía imposible de captar.

Pensar que no hablaremos más contigo, no te veremos, no te escucharemos ni a tí, ni a tú risa, es algo que sobrepasa nuestro entendimiento.

Siempre nos dijiste que vivirás por lo menos hasta los 90 porque tu función es enseñar a los jóvenes como vivir. Nosotros no sabemos si es posible enseñar a alguien como vivir pero tú nos mostraste e iluminaste el camino.

Tú seguiste tú camino también cuando surgieron dificultades, obstáculos y vallas que hubiera parecido eran imposible de superar.

Nuestros sentimientos hacia tí son tan fuertes que no se pueden expresar en palabras.

La palabra "tio" es pequeña y no expresa aun en lo más mínimo lo que tú fuiste para nosotros.

Tu amor por nosotros no tenía límites. Fuiste para nosotros como un padre que nos brindo amor, entrega y apoyo.

Eras un confidente de diálogo y secreto.

Sabías cosas nuestras que ningún otro sabía.

Siempre supiste, aún de lejos, captar lo que estábamos sintiendo dentro nuestro. Era imposible engañarte. Cuando estábamos preocupados hablabamos contigo y luego todo se veía distinto, más claro y sencillo. Eras el primero en identificar, examinar y guiar hacia lo que era más conveniente hacer.

Cuando te contábamos acerca de algo feliz que nos pasó tú reaccionabas como si hubieras escuchado el hecho más maravilloso de tú vida.

Fuiste para nosotros una mezcla de psicólogo, hombre de letras y médico. Estuviste implicado en nuestras vidas, en lo más recóndito de nuestras almas, desde el día que nacimos.

Nos llamabas " mis tesoros", "almas mías".

Nos sentíamos tan especiales y queridos por tú causa.

Estuviste siempre tan lejos y sin embargo tan cerca.

Estabas orgulloso de nosotros y nostros de tí. Escuchabamos de tí por todas partes y de tanta gente distinta a los que entraste en sus vidas dejando una marca imborrable. Cientos de personas que lloran tu muerte aquí y en Argentina son testimonio del hombre especial y maravilloso que fuiste, casi un Dios decian de tí.

Nosotros nos sentimos elegidos y bendecidos porque fuiste nuestro. Nosotros somos lo que somos tambien por tí. Nos enseñaste a creer en nuestro camino y a saber que lo único valioso por lo que vale la pena vivir es el amor. Esto estamos aún estudiando, a nuestro ritmo, por y quizás gracias a la fé, la esperanza y la seguridad de las que nos imbuiste a lo largo de los años.

Tuvimos también el privilegio de ver la relación especial y emotiva entre tú y papá. Fueron tan cercanos y unidos. Papa te dió parte de su cuerpo y asi vivieron unidos en cuerpo y alma, sintíendose uno al otro a través de la distancia.

El hecho que llamaste a papá a estar contigo en Argentina, hace justo una semana, porque querías despedirte de él pero también porque sabías que importante era para él verte y despedirse de tí, refleja quien fuiste: poseedor de una capacidad extrordinaria de pensar y sentir al otro.

Por eso también nos protegiste a nosotros durante los últimos meses. No quisiste que sepamos la inmensidad de tu sufrimiento. Cuando te preguntamos cómo estás reuniste todas las fuerzas de tú optimismo para responder que vas a pasar esta también, que no hay motivo ni necesidad de que nos preocupemos por tí, que nos centremos en nosotros que eso es mucho más importante.

Nosotros elejimos recordarte optimista, riendo en voz alta, prendiendo un cigarrillo y diciéndonos cuanto no es sano...

El pensamiento que no estarás más con nosotros es tan triste y doloroso.

Nosotros nos consolamos con la idea que te fuiste alegre y tranquilo. Sabías que estábamos bien y felices. Como si hubieras ordenado nuestras cosas y ahora te puedes ir, dejar tu lugar para nuevos comienzos, nuevas vidas.

Nos faltaras hasta el infinito, tenemos la esperanza que ya no tienes más dolores.

Te amamos y ya estamos extrañándote.

Tú familia, que te quiere.

miércoles, 23 de mayo de 2007

Libro de Condolencias

Lunes 14 de Mayo 2007
Vine a despedir a Juan, mi hemano en el afecto.
Vine a despedir a Juan, quien me enseñó a vivir en libertad y con amor.
La enseñanza de vida , de lucha, de aceptación y comprension que nos deja debemos adoptarla y entregarnos a su altruismo, trascendiendo lo material con todo el amor que seamos capaces de brindar a quienes nos rodean.
Querido juan , hasta siempre !
Louisa

Juan , querido amigo!
Gracias por tu amor, tu sabiduria, tu compañerismo, tu humanidad y tu sentir.
Gracias por tu contención y por tu luz en mis oscuras.
Fuiste el padre , que el mio no lo supo ser y nunca jamás te olvidaré.
Hugo de Pino 14/5/07

Juan ha sido un padre para mi.
Yo he sido su paciente, pero el supo tratarme como un hijo.
Mi agradecimiento será eterno.
Boris Tumanoff

Juan
Te admiro mucho, que descances en paz que te lo merecés.
Berta Benzadon

Juan querido, siempre te admiré, y te sigo admirando y queriendo, nunca te voy a olvidar. Hicistes de tu vida lo que quisiste, sufriste mucho y también disfrutaste, ahora estás tranquilo, rodeado de toda tu familia y de toda la gente que te quiere. Ya no estás sufriendo más y en poco tiempo estarás en Israel, al lado de tu mamá y papá te querré para siempre, tu prima
Dorita

Querido juan
Tu palabra abrió surcos ricos en sabiduria, hiciste más fáciles momentos difíciles.
Siempre vivirás en mis recuerdos. Cumpliste tu misión.
Descansa en paz.
Quique Churba

Admirable tu ser lleno de fuerzas para luchar contra todo por las ganas de vivir que irradió siempre tu persona. Has sido siempre un ejemplo. Gracias por las horas dedicadas .
Descansa! , nunca te olvidaré.
Afecto y cariño .
Leo

Juan
Realmente estoy acá, despidiéndome y no lo puedo creer. Pensé que eras inmortal. Que tonta, como no lo pude ver.
Te agradezco haber sido mi palito guía desde mis 20 años, que acompañas mis pasos.
Me dejastes con una familia, con un hijo hermoso y por sobre todo con tu forma de análisis para afrontar la vida.
Gracias y mil veces gracias.
Vas a estar siempre en mi vida.
Te Quiero mucho .
Andrea

Janan
Gracias a tu amistad con mis hijos Iari y Roni que te consideran como un hermano, así te quiero yo.
Margarita Bujman

Me despido de El Maestro, de El Amigo , de El Consejero que nos acompañó en los momentos difíciles y disfrutó con nosotros de las alegrías.
Fue un honor conocerte.
Gracias.
Adriana Reisfeld

Janan Querido!
Amigo, Hermano, Compinche, Padre, Maestro, Consejero…
Casi 30 años compartiendo ideas, palabras, aprendiendo a vivir.
Gracias! por la confianza, la sinceridad, la generosidad …
Conocerte fue maravilloso!
Hasat siempre!
Mónica Cullcar

Janan
Madrij, terapeuta, amigo.
Me legalizaste como trabajadora y madre cuando sentí , que con mi tercer hijo ya no podía seguir.
Me incorporaste a la comunidad judía cuando desde mi postura política sentía la exclusión de todos.
Me incluiste cuando mi ateismo parecía una barrera infranqueable con los “judíos” .
Me ayudaste a volver a la Argentina, aún acosta de la fragmentación familiar.
Me dijiste “hay que dar el ejemplo de hacer todo por buscar la felicidad".
Tantas cosas, tantas charlas en el Centro Sefaradí, en esa escuela de dirigentes, en Valentín Gómez, allá frente al mercado. Luego en tu piso allá por los cielos, entre las plantas y maderas, con tus remedios y tu maravillosa memoria y el desafió en creer y aceptar todo.
Janan te voy a extrañar, aunque desde mi vuelta hayamos compartido menos que antes de mi partida.
Gracias por tu cariño, Gracias.
Susana Kornfild

Juancito querido:
Estoy aqui despidiéndote, escuchando a los que estamos aquí reunidos y sintiendo la marca que has dejado en un monton de seres que te adoran. Realmente estoy muy emocionada.
Muchas veces te he dicho y escrito mis sentimientos hacia vos que en este momento me resultan indescriptibles por lo fuertes que son.
Te quiero un monton y siempre estarás en mi y trascenderás en mi familia.
¡Gracias por todo!
Bettina

בס"ד
הקדוש ברוך הוא, (Hakadosh Baruj Hu, el Santo Bendito El) crea el mundo a través de la Palabra, luego nos pone a descubrir el significado de las mismas. cada uno de acuerdo a su bendición y capacidad intenta sondear en el misterio profundo de las Palabras, algunos מלכים (malajim, ángeles) nos son enviados para guiarnos en la búsqueda, Janan fuiste Maestro y Guía en el arte de encontrar las palabras adecuadas, combinarlas como los cabalístas para sostener e iluminar tu mundo y el de tantos.
Como enseñaste, la Palabra, “el logos” cobra sentido cuando es acción. Acción de vida, de ir siendo día a día aquel que nos toca ser.
Gracias por tu fe, bondad, coraje, integridad, entrega e infinito amor divino.
Querido maestro, “rabino” de un mundo de perplejos y buscadores, te tendre presente mientras viva. Tu palabra justa en la tiniebla, tu comprensión profunda del alma humana y tu luz en las tinieblas, serian guía para santificar la vida. Lo que entendemos por bueno y lo que percibimos como malo.
Cierras el circulo volviendo a tu morada, ארץ ישראל, צפת, וירושלים (Eretz Israel, Tzfat y Ierushalaim, La Tierra de Israel, Safed y Jerusalem)
Con amor.
Micky (Miguel Steuermann)

Que bueno que en el mundo hubo lugar para dos.
Que bueno que en tu mundo hubo lugar para tantos.
Que bueno haber sido parte de tu mundo.
Que bueno que hayas sido parte de mi mundo.
Que reconfortante que en el mundo, en este duro mundo que nos tocó vivir, haya lugar para tanto.
Diana Wassner

Tanto pensamiento, tanta creatividad, tanta ardiente ternura al contemplarnos...
Difícil pensar sin que nos hagas orden en el alma...
Difícil cada día en un mundo aspero sin Janan.
...que para todo existe un tiempo en la vida dice el KOHELET...
Que para la vida no hay tiempos dice Janan...
Tiempo muy triste de decirte adiós... vas a estar siempre en cada tiempo, en cada pequeña historia de vida.
Maravilloso haber compartido vida contigo.
Irma Birgel

En toda crisis hay una oportunidad, fue así como conocí a este brillante ser humano, que más que cualquier otro me enseñó las muchas... que tiene una situación.
Si a todo lo que Janan dejó escrito habría que sumar lo que los demás quieren escribir de lo vivido juntos será una obra tan inmensa que se tornaría inleible.
Gracias por dejar una huella en el alma.
Ezequiel Churba

Cada vez, Janan, que me pregunta alguien quien sos, yo, cuento la misma anecdota.
Hace muchos años pasaba una de las peores crisis personales, sabiéndote nuestro mentor y madrij recurrí a vos tratando de acordar alguna ayuda.
Después que terminé de contarte el problema me miraste en silencio con tus ojos abiertos, respiraste profundamente y dijiste:”Dany, al final, y por sobre todas las cosas, la vida se termina haciendo paso”.
Desde ese momento , la Frase me guía en toda actividad que hago, te llevo conmigo, y siento un profundo amor y orgullo en haberte conocido.
Daniel Stein (Dani)

Janan querido,
Evidentemente aprendiste todo lo que había que aprender en esta vida, como a muchos me ayudaste en el momento difícil de mi vida.
Te vas como se van los “SABIOS”.
Tu sabiduria me llego profundamente.
Una vez más te digo “GRACIAS”.
Se te va a extrañar.
Enrique Lubria...

No tengo la menor idea como despedir a un amigo, a un hombre, a un ser entrañable. Solo tengo tristeza, rabia, soledad. Necesito decir algo cuando sé que las palabras no alcanzan. Apenas se me ocurre no con la cabeza, me parece, más bien vísceras en flor de piel, que un creador no se puede morir. Que desde su creación depositaba en el otro, en términos de sabiduría y comprensión de cuanto de humano tiene lo humano, ha desafiado a la muerte y ha podido con ella.
Me siento depositario de algo que me enseña a vivir.
Gerardo M.....

Formé parte de un garin del Moadon Bialik , con el cual Janan trabajó sistemáticamente durante varios años, con el objetivo de conformar el grupo que llegaría a Leahavot Javiva. (mediados de lo ´70)
En esa epoca, mi hermano menor , de 15 años abandonó el colegio secundario. Ante la desesperación de mis padres recurrí a Janan, quien se encontró con ellos primero y con mi hermano después. Para mis padres que nunca habían hecho terapia, esos encuentros fueron importantisimos, ellos creían que Janan los ayudaría a “poner a mi hermano en caja “ y hacerlo retornar al colegio. Más no fue así, les ayudó a ver que él sufría en ese sistema estricto y que era necesario ayudarlo a encontrar un camino propio.
Al pensar en esa época, no dejo de sorprenderme de la capacidad que tenía Janan para esclarecer situaciones a otros. ¿Cómo pudieron mis padres aceptar las necesidades de mi hermano? ¿Ellos para quienes el estudio tiene un valor supremo?.
Recuerdo con afecto esta intervención en la vida mi familia, y creo que mientras lo recordemos, hallaremos consuelo al pensar que no está con nosotros.
Irene (Tamara)

Vamos a avisarle a DELIA,
Vamos a contarle a ALBERTO,
Que ya llegas
Vamos a festejar cuando caminabamos
Por el camino viejo.
(¡como nos divertimos, Janan!)
Vamos a bajar los hojos
Hacia tu cuerpo.
Y pedir Mejila (absolución).
Vamos a honrarte.
A celebrar lo que fuistes.
Y sobre todo,
A comprender
Bernardo y Tova

Janan:
Tu empuje, conocimientos y sabiduría fue escenario para extender y comprender la realidad comunitaria y la vida con sentido, afecto y emoción.
shalom!!!
Nejama Y Benny
· 14 en gematria יד , (mano)
testimonio, placa de vida.

Querido Janan:
Por siempre mi madrij, mi consejero, mi maestro...
Un modelo que fue guiando nuestras vidas.
Por siempre con cada uno y en cada uno de tus amigos y discípulos.
Graciela J...

Querido Janan:
Cuando un ser humano como vos que deja “marcas” de “verdad” , huellas por las que uno quisiera poder andar, y una enorme sabiduría se vá de nuestras vidas queda un inmenso vacío.
Te vamos a extañar.
Batia...

Al amigo inolvidable.
Al maestro insigne.
Al amigo querido.
Al que fue mezcla de gurú y psicoanlista.
Parte escencial de nuestras vidas que las hizó mejores y más comprensibles.
El que las iluminó con su amor y su entrega.
Daniel Colodenco

Fuiste una guía, un maestro, un amigo, un hermano.
Nunca te voy a olvidar.
Te quiero mucho.
Rutti

Gracias Janan
Por haberme permitido entrar a tu mundo y por haberme
legado tus sabios pensamientos y por haberme brindado tu cálido afecto.
Hubira sido lindo seguir más tiempo en la ruta... pero es el tiempo también de un descanso en paz...
Gracias Janan.
Mashe Gotleyb

Para que lo Posible sea Posible.
Hay que tratar siempre y por todos los medios de hacer lo Imposible.
¡Gracias Maestro y amigo!
Alberto Mazor
Kibutz Metzer

Fotos 2



martes, 22 de mayo de 2007

lunes, 21 de mayo de 2007

La lucha del hombre contra la adversidad


Todos pensaran que mi inclinación a escribir sobre la adversidad, de lo que ocurrió durante los últimos 20 años, es un relato de mi vida.

Es cierto, pero no es sólo lo que llamamos enfermedad sino que incluye la pelea que uno debe darle superando síntoma por síntoma.

Síntomas que aparecían sin aviso, con aviso que sólo la segunda vez se hacían comprensibles, señales que uno recibe y que deja pasar, pero lo seguro es que salvo los cuadros más agudos , que no avisan previamente(infarto masivo), en todos se han recibido señales, que uno las siguió o la dejo pasar. A veces convenció al médico, que lo que uno tiene es tan grave con la fuerza de la negación que cuando se lo propone puede involucrar a otros.

Negación de la que el paciente es portador para negar lo que sabe.

Todos los que somos portadores sabemos que estamos atravesados por una enfermedad, el temor a saber la verdad, lleva tiempo, energía, conflictos sociales, aislamiento, dudas y es el momento para confirmar que la duda es la situación mas compleja, difícil, ya que no puede transformarse en acción y uno siente que se paraliza en hacer algo que sea lo adecuado en ese momento.

Es común cuando hablamos de un vínculo que hablemos de una de las partes y excluyamos la otra. Frente a la adversidad hay dos posibilidades: sufrir o acusar. El que sufre encuentra los recursos propios que incluye sus seres afectivos. La energía, el equilibrio, la fuerza y en particular el espíritu mientras, que se convierte para las personas en un ser para los demás y los que tenemos la posibilidad de amar, vivir para seguir siendo uno y ayudar a quien decidió que necesita de uno.

En los que acusan se quedan solos tramando venganzas, despechados con la vida, enojados, como si algún otro hubiera producido el malestar.

Es inevitable la pregunta: ¿Porqué a mí? Y la inequívoca respuesta: ¿porqué no?
En esa primera etapa se siente como un castigo, como una injusticia, como haber soportado más que lo habitual del hombre. Comienzan a aparecer las recriminaciones por todo aquello que esta separado de lo que estaba bien. Sólo y seriado, lo que estuvo mal. Seriar lo que estuvo mal en nosotros es crear un monstruo, porque somos un equilibrio entre lo bueno y lo malo; como seriar únicamente lo bueno, sería hacer de nosotros seres irreales y falsos.

Aunque la enfermedad que me acompaña desde hace 20 años, significo un cambio de vida junto a cambios de comportamientos, no significan un antes y un después. Tiene cierto carácter épico definirlas así. La angustia que atraviesa al que no sabe que enfermedad tiene, disminuye mucho cuando se entera. Enterarse es saber decir que uno reconoce que ya sabe que enfermedad tiene.
En términos de la fenomenología es un desarrollo, que liga la enfermedad con la historia del sujeto, y no un proceso que irrumpe y desliga la aparición de las enfermedades apareciendo de la nada, se decir, que no se reconocen como ligadas. Ningún paciente ni tampoco ningún médico piensa así ahora.

Tampoco es cierto, que el médico en su marco referencial mantiene a las enfermedades mentales y orgánicas como fueron incorporadas la primera vez. Lo que no es cierto porque un marco referencial se modifica siempre, y como el médico incorporo una teoría que le resolvía todo, la eligió para no estar de frente a la enfermedad y entrar en la confusión. Es elegir para no tener que vivir pensando, ya qué además tiene que trabajar.

Paradojal: trabajar al máximo para no pensar.

El paciente esta abatido, la familia alarmada, el médico no responde y cuando lo hace tiene que cuidar lo que dice, y prefiere un discurso evitativo, por temor a comprometerse en una respuesta que pueda implicarlo.

Ni el médico, ni la familia, ni el paciente es probable que sepan, pero a cambio de esperar la familia, exige saber algo, que es lo único que el médico no puede decirle, porque pidió los estudios que pueden orientarlo hacia la patología que él sospecha.

¡Que distinto es si el compromiso que se hace es de un acuerdo de los tres, paciente, médico y familia, de ir comunicando a partir de que el médico comience a contar con el relato del paciente!
El sentimiento último y silenciado por la familia es que: si no le insistimos al médico, no se ocupa y puede dejarlo morir.

En la Argentina hay dos elementos que no son tan comunes como creemos: la conversación previa, que en oportunidades resuelve el problema y el examen clínico, que aporta datos precisos: los síntomas que trae el paciente y los signos, que encuentra el médico durante la entrevista: palpando, auscultando, observando, haciendo o no fondo de ojo, o lo que encuentra durante el examen clínico. Es lo más temeroso para el paciente. De acuerdo al vínculo que hayan contraído con el médico el paciente confiará en él o ira a otro médico o utilizará de la entrevista para evitar otras, o irá visitando médicos hasta que encuentre lo que el espera que le digan.

Por miedo a lo que encuentre el médico, la mayoría no concurre a la visita (signos), teme lo peor que es el cáncer, que se da la minoría de las veces y como causa de muerte, sólo cuando la consulta se realiza tarde.

Aquello que puede salvarlo, es lo que le quita la vida: no consultar cuando uno ya sabe que se produjo un cambio: todos, sin excepción sabemos que hubo un cambio, y a cambio de la verdad eligieron la muerte.

En mi caso particular viví preocupado pero sabiendo que siempre ofrecería batalla y que era probable que saliera adelante.

En una oportunidad tuve la sospecha de un tumor. Me llamo la atención la aparición de una línea de 1cm. Consulte con muchos médicos, y todos coincidían que era la consecuencia de una intervención anterior y por lo tanto, una cicatriz.

¡Qué mejor para un paciente que todos los médicos digan que era una cicatriz a que fuera la aparición de un tumor! Decidí hacerme una radiografía cada 10 días. Después de 6 semanas, ya la línea se hizo un círculo de 5 cm. de diámetro. La lleve al médico sin hablarnos, la observó y llamó al hospital y al otro día ya tenía el diagnostico de adenocarcinoma. Sólo temí después de proyectar la cirugía de dos hepatocarcinomas (2 cánceres de hígado) para el 15 de junio que tuviera relación, aunque mi cuerpo me decía que no.

Y así fue: uno no era metastático de los otros. Me opere de dos: El de hígado el 15 de junio y el 8 de julio el de pulmón. Tenía fe. Creía en todo lo que amaba, en todo lo me protegían, en mis amigos y en mis dos nuevas familias, una de las cuales me dio dos nietos. En mi familia original había tres sobrinos que por ellos tenía que vivir, me necesitaban no como padre sino como guía. En mi segunda familia de hace 20 años, que es la que uno crea en la vida, me dio dos nietos, y la tercera compuesta por tres amigos, no me dieron nietos pero se dieron ellos. Con ellos, para ellos y desde ellos vivo, agregando amigos con los que puedo ser yo, sin dolor, sin miedo y sin culpa.
Mis amigos siempre están y es importante no sólo en la enfermedad, también en la impunidad, en la corrupción, en la mentira para colmo siempre delante nuestro mirándonos de frente y nosotros con las manos atadas y cocidas las bocas, sin poder decir mucho, no sólo porque no cambiarían las cosas, sino también porque uno ya tuvo oportunidad de exponerse para nada, y en especial mi generación.

La aparición de algo nuevo en el transcurso de una enfermedad, acompañado con aquello que uno no conoce, son las situaciones más difíciles de soportar.

MI PRINCIPIO FUNDAMENTAL ES QUE SABER ES MÁS IMPORTANTE, ÚTIL, Y TRANQUILIZADOR, QUE NO SABER.

No sólo con la enfermedad ¿cuantas muertes hubiésemos evitado sabiendo los estragos de un tsunami, las zonas de aparición y una comunicación a la gente? ¿Por qué la gente no abandona los lugares riesgosos y elige exponerse en lugar de evitarlo? No entra en este trabajo, pero es un comportamiento común de la condición humana.

La pérdida de la totalidad donde no queden testimonios de una vida anterior, es uno de los motivos, comparable a los bajos niveles de pobreza (una de las peores adversidades) ya que todo está perdido y sostener la experiencia de vivir, es reconocer que lo perdido es lo único con lo que uno cuenta.

La diferencia con la enfermedad consiste en que uno no es la enfermedad, salvo cuando en la enfermedad encontró su lugar. Actuará como víctima, triunfador, necesitado, en cambio el que la tiene pero no es una enfermedad cuenta con la parte sana para tratar la parte enferma. Tengo una enfermedad que me consume mucha energía, pero en ningún caso me esclaviza ni tampoco me somete. No es mi rival, no es mi enemiga, no es una parte no elaborada de mi sistema psíquico, es del lenguaje del cuerpo. En el ser humano hay enfermedades que entran por el aparato psíquico y hay enfermedades que entran por el cuerpo, y ambas luego toman la totalidad. Buscaba que la causa fuera psíquica como psiquiatra que soy, pero consulte con quince médicos (psicólogos, médicos, psicoanalistas especialistas en enfermedades psicosomáticas, clínicos y todos confirmaban que era una enfermedad de origen corporal. Al final cedí ya que no tenía manera de confrontarlo.

Convivir con la enfermedad es duro, a veces por lo imprevisto, otras por lo repetido, por lo invasor, por aquello que interrumpe, por la dependencia que crea y que lo único que puede hacer uno es aceptar esa dependencia con independencia.

Cuando tenía dos meses tuve tos convulsa. El médico se fue diciendo que estaba muerto.. Cuando mi mamá escuchó que tan sólo a los dos meses me había muerto, sus gritos atrajeron a la vecina que le dijo: - Ya que dijo que está muerto, haré lo que me parece. Me puso boca abajo con la canilla abierta y me recupere. No es lo importante lo que ella hizo, aunque me salvó la vida, sino la responsabilidad que asumió en el momento de la decisión.

Hace cerca de un mes, tuve un incidente parecido. Una ambulancia se fue sin querer llevarme.
Vino otra con una médica que no me quería llevar, aludiendo que era un cuadro terminal de cáncer y que no era conveniente. Ya estaban todos mis amigos, en mi casa o en el hospital.

También mí médico habló con la médica para preguntarle si la ambulancia era para turismo y se
hizo responsable por el traslado. El que crea las palabras crea los hechos, salvo que la pelea por vivir respirando contra todo lo posible, en mi caso generó en los médicos, familiares y amigos una energía cósmica que me permiten hoy contar los hechos.

Agradezco a los que decidieron por seguir peleando conmigo y asumieron junto conmigo la decisión de que viviera.

Vivir enfermedad mediante, terremotos, tsunami, depende de reconocer las señales que la vida da, en lo que aun podemos gobernar, que no es todo.

Recuerdo las palabras de mi analista: “Ten presente que siempre te ha salvado la sinceridad que tuviste con tu cuerpo”.

Pero hay algo más: el deseo de vida, siempre que haya otro en quién esté puesto ese deseo.


Juan Jorge Nudel

Janán Nudel (Z"L), un maestro

Un Rabino amigo me convenció de que mientas la gente vive en nosotros, no muere. Si así fuera, no dudo de que Janan va a tener garantizada su continuidad durante mucho tiempo y a través de muchísima gente que tuvo el privilegio de conocerlo. Pero aunque Janan va a vivir en nosotros, estamos sumamente dolidos por su ausencia y por el vacío que deja a nivel personal y a nivel comunitario.

En momentos en donde el abuso de las palabras hace que los significados de las mismas se devalúen, debemos decir claramente que el espacio que Janan ha desarrollado con su inteligencia, análisis, profundidad, sinceridad y agallas, no será fácilmente ocupado.

Para quienes amamos el mundo de las preguntas, para quienes amamos el mundo de la diversidad, para quienes amamos el aprendizaje, la autocrítica y la crítica, para quienes amamos el humanismo, para quienes amamos la duda, para quienes amamos una comunidad inclusiva, se ha ido un militante y un maestro.

Alejandro Kladniew
Director JDC para América Latina
Juan Jorge Nudel (1941-2007)
Médico Psiquiatra.
Psicólogo social egresado de la Escuela de Pichón Riviere (1967).
Coordinador en la Escuela de Pichón Riviere.
Ex-profesor adjunto de clínica psicopatológica (Universidad del Salvador).
Docente de semiología y clínica psiquiátrica (Universidad de Buenos Aires).
Supervisor en la formación de psicólogos sociales, psiquiatras clínicos y médicos psiquiatras.
Director Departamento de Juventud de A.M.I.A.
Director Centro Médico Sefaradí.
Fundador y Director de la primera escuela para dirigentes judíos.
Presidente de la Asociación del Profesionales judíos de la República Argentina.
Director del Centro de Estudios Judaicos y Sionistas dependiente de la agencia judía.
Director de cursos de capacitación para directores de instituciones judías.
Director de Escuelas para Madrijim.
Coordinador y docente del Centro Educativo Sefaradí en el encuentro del Río de La Plata (Comunidad Sefaradí).
Docente de la comunidad judía de Brasil, Uruguay, Venezuela, Chile y Cuba.
Disertante en la Asamblea Rabínica Latinoamericana.
Director del Club Oriente.
Disertante en Encuentros de los Encuentros Latinoamericanos de Profesionales y Dirigentes. ( Mar del Plata. Santiago de Chile, Brasil, México, Cuba).
Disertante en congresos en Israel para profesionales, directivos e intelectuales del mundo.
Codirector de la revista Megamot.
Ensayista en diarios y revistas.
Fundador y director de la Escuela Mordejai Anilevich.
Fundador y Director de la Escuela de Dirigentes de la Comunidad Judía de Paraná.
Director de Recursos Humanos de Administradora Ingotar S.A. (cadena de Shoppings).
Premio a la trayectoria profesional otorgado por la Dirigencia Comunitaria Latinoamericana en Curitiba (1993).
Premio al Mérito Profesional 1994, de la Asociación de Profesionales de la República Argentina.
Libros Publicados:
"El Espacio Comunitario" (1 y 2).
"El jardín de las Delicias". 25 cuentos cortos.
"Cartas 1999".
"En el mundo hay lugar para los dos"

Tenemos que hablar con Janán

Vamos a ver a Janán, me dijo Ruth. Ruth era mi compañera en la conducción educativa del grupo “Shajar Hashalom” (“Amanecer de la Paz”, en hebreo).

Teníamos menos de veinte años pero sentíamos dos mil años de Diáspora sobre nuestras espaldas: a nuestro regreso del “Shnat Hajshará”, un año de capacitación en Israel, el movimiento nos encomendó la “hadrajá” de una veintena de adolescentes, mayoritariamente varones, que venían los sábados de tarde a nuestro centro de actividad en Paternal con un objetivo declarado: jugar al fútbol.

Ruth y yo teníamos que transformar esa pasión por el esférico en amor a Sión, en fervor judío y en ansias de radicarse en un kibutz.

La tarea, a pesar de la capacitación previa y la convicción sionista socialista que nos animaba, tropezó con una “sorpresiva” dificultad: los educandos se manifestaban reacios a asumir los postulados de Herzl y Borojov, reclamando más tiempo de juego y menos charla…

Así conocimos a Janán Nudel.

Fuimos a lo de Janán como quien va al rabino: fuimos a preguntar “cómo puede ser”: cómo es posible que a estos chicos les interese más jugar que escuchar de sus instructores la idea de la Revolución.

Estábamos a principios de la década del setenta. Janán Nudel ya era psicólogo, prestigioso asesor pedagógico de las instituciones comunitarias judías. Pero –además- Janán era “nuestro”: había militado en el Hashomer Hatzair, era alguien que nos podía entender intimamente, dueño, como nosotros, de los códigos del movimiento que pretendía crear un hombre nuevo, proletarizar al judío, el movimiento cuyos educandos se nucleaban en grupos que tenían nombres como “Amanecer de la Paz”.

Janán, con aquella mirada comprensiva y sonriente, con su sabia paciencia, supo desarmarnos del discurso dogmático sin desanimar nuestra motivación juvenil.

Treinta y seis años transcurrieron desde aquel encuentro. La figura de Janán Nudel creció como docente, filósofo, escritor. Su producción intelectual se proyectó a toda América Latina y a Israel. Cambiaron los tiempos y Janán conservó frescas la sencillez y camaradería de su paso por el Hashomer Hatzair.

Janán Nudel cerró sus ojos pero nos dejó su mirada. Janán partió para siempre, pero nos quedamos con su sonrisa, con su voz y sus silencios: aquellas pausas de Janán para pensar y asimilar lo que se habla.

Vamos a extrañarte, querido Janán.


Moshé Rozén

Sheliaj del Departamento de Educación Judeo-Sionista
de la Agencia Judía para Israel y Hashomer Hatzair

Otra crónica del entierro en Lahavot Haviva

Hola a todos:

Recien regresamos de la halevaia de Janán en Lahavot Haviva.

Habia muchísima gente: Voy a hacer memoria y por citar a quienes recuerdo en primera instancia les cuento que estaban Marky y Smadar, Yair, Eli Cohen , Bemy, Leo y Milli Senkman, Jorge Katz, Dany Nakache, Dario Teitelbaum, Dany Kait, Eitan y Julia, Lalo, Nurit, Edy Lazar, muchos shlijim de los últimos años del Kibutz Artzi y muchísima gente más, algunos conocidos y que no recuerdo en este momento y otros no.

El tekes fue muy emotivo como creo que hubiera querido Janán que fuera.

Despues de cubrir de tierra el cajón que esta al lado de sus padres, comenzó Pedro leyendo la braja ¨Itgadal....¨, luego el sobrino le leyó una carta que creo que nos hizo llorar a todos, y asi siguieron varios amigos. Como final leyeron una excelente traducción al hebreo de su ¨Lucha conta la adversidad¨.....y entre todos depositamos flores que cubrieron todo el espacio.

Se que Uds. estuvieron cerca suyo y me pareció que de esta manera, tambien fueron participe en este acto.

Siempre recordaremos a Janán con cariño, era una persona especial en si mismo.

Con afecto.

Ana Aruj (Desde Israel)

… y Janán sigue muriendo

Queridos amigos:

Recién ahora, luego de varios días, pude escribir unas palabras que quisiera compartir.

No tengo los mails de todos, por favor reenvíenlo a quienes consideren pertinente.un abrazo

Diana Sperling

… y Janán sigue muriendo

Con cada carta, cada mensaje, cada conversación entre los amigos, la muerte de Janán vuelve a hacerse presente.

Los que lo velamos aquí y supimos que él se iría, como deseaba, hacia allá, a Israel, “su” tierra prometida.

Los que lo velaron allá y recibieron su muerte un día después, como a la inversa, la noticia de los jaguim en la diáspora.

Es paradójico: para todos los que lo amamos, Janán sigue viviendo. Pero precisamente por eso, su muerte no cesa de ocurrir una y otra y otra vez.

(Pensé decir: los que lo conocimos, los que lo quisimos, los que… ¡tantos verbos podrían emplearse! Pero de golpe advertí que “amamos” es pretérito pero a la vez presente, de un modo indiscernible. ¿Será ésa la forma de irse-y-de-quedar que tienen los queridos?)

Janán el plural, el que ha tenido tantas vidas, gato o Ave Fénix, resurgiendo múltiplemente de su ruina y convirtiendo la derrota en triunfo; Janán el muchos, como dice Alberto (Cada uno con su Janán); Janán el libre, como el de Leo S.; el de las palabras lúcidas, como el de Laura y el de Enrique, el de la enseñanza sencilla y verdadera, como el de Leo; el sobreviviente de sí mismo, como el de Dany y Ruthy… pero para todos, Janán el vivo, el brillante, el batallador, el profundo, el querible más allá o más acá de toda diferencia, de toda objeción, de todo desacuerdo.

Siempre en estos casos uno lamenta no haber estado con él un poco más, no haberlo escuchado más veces, no haber dispuesto del ratito para tomarnos otro café y conversar de la vida y nuestras cosas. Es que, aunque lo hubiese hecho, tampoco alcanzaría. La vida y la pasión brotaban de él por todos sus poros, aun en los peores momentos. Su amor, su sabiduría, su inteligencia, su cuidado, sus piropos incluso, requerían de receptores tan muchos que una sola persona no hubiese podido jamás ser suficiente.

Me quedo con la imagen de dos o tres encuentros privilegiados: un asado en mi casa, un café en la Ópera, unas charlas de intimidad inigualable, un abrazo de piernas ya enclenques pero de corazón vigoroso y mirada de estrellas.

Para mí, Janán sigue viviendo y muriendo a cada rato, como todo lo realmente vivo y esencial, porque su muerte seguirá doliendo mucho tiempo como ayer, como hoy, como el tiempo en el que lo amamos.

Diana Sperling

domingo, 20 de mayo de 2007

Chau, Janán

Te conocí en 1999, yo estaba en mi escritorio del Consejo Juvenil Sionista, junto a la oficina de Enrique y vos pasabas a cobrar alguna actividad. Saludaste, como mucha gente a Enrique pero no supe quién eras. Algunos meses más tarde, en ocasión del 5° aniversario del atentado a la AMIA, Quique sugirió que te invitáramos a reflexionar con 150 bogrim de tnuot de Argentina, Chile y Uruguay sobre el hecho. No fue un buen día para vos, el pulso te temblaba y también la voz. Sólo sabía de vos que eras uno que se le había enfrentado al ex Embajador Avirán en un encuentro en Mar del Plata de 1997. Le pregunté a Quique: ¿estás seguro que Janán es la persona que decís? Todavía no sabía quién eras.

Pasó el tiempo y Enrique me convocó para compartir el trabajo con él en Hagshamá, recorrido que seguimos compartiendo hasta hoy. Te invitamos a infinidad de seminarios donde empecé a descubrir tu agudeza, tu pasión, tu ternura. Por esos tiempos comencé a leer “El espacio comunitario”, “En el mundo hay lugar para los dos” y “El jardín de la delicias/Locas de amor”, tres libros que atesoro entre los más queridos.

En 2002 mientras preparábamos un encuentro de bogrim de tnuot del cono sur, fuimos a tu casa a consultarte tu opinión sobre el programa. Fue revelador. Me hablaste de la importancia del encuentro mismo por sobre los objetivos revolucionarios. Como era -y soy- cabeza dura me lo tuviste que recordar al año siguiente. El encuentro mismo era lo maravilloso. Pero también un encuentro que no era gratuito, tenía que estar cargado de afecto y un espacio para el conocimiento mutuo.

Un día le dijiste a Enrique que querías que vaya a tu cumpleaños, no recuerdo si el 58 o 59. Me sorprendí y me alegré de que quisieras que estuviese ahí. En esos encuentros tan lindos conocí a otros amigos tuyos que dejaron de ser nombres en carpetas o agendas laborales para pasar a ser los amigos de Janán. Natán, Dany, Ruty, Mónica, Jana, Enrique, Diana, Laura, otro Dany más y otro Leo más, todas personas hoy entrañables para mi.

Pasó también tu cumpleaños número 60 con una gran fiesta en tu casa. Los invitados especiales ahí eran tu hermano Pesaj (que maravillosamente se había desprendido de tus relatos para pasar a ser alguien concreto) y tu amigo Leo Senkman, que para mí era simplemente el destinatario de tu carta/ensayo “El atentado que dio vida a la muerte” donde hacés un análisis crudo y vigente de una comunidad que cambió totalmente después del 18 de julio de 1994.
Y por supuesto un recuerdo especial para el bar mitzvá de tu riñón, aquel que te había donado Pesaj y te permitió seguir viviendo y creando. Una noche inolvidable en el salón del edificio donde paraban los Katz durante su shlijut. ¿Cómo se te pudo ocurrir algo así? Con velas, kipá y lo demás. Eras un celebrador permanente de la vida.

Ahí ya te empezaba a conocer, me contabas de tu mamá y cómo le cambió la vida su aliá, de tu papá, de ese tal Carballés y sus dibujos que finalmente colgaste en tu casa que cada vez que la visitaba era otra. Y cada vez que te visitaba habías sufrido otro robo u otra estafa, y la marca era que habías comprado algo grande. “Cuando me roban dinero lo primero que hago es gastar, es la única forma que tengo de superarlo” decías siempre. Te tiraban y te volvías a levantar.
Pero verdaderamente ya no recuerdo qué cosas me dijiste cara a cara y cuáles a través de tus libros y cuáles otras en los comentarios que hacíamos sobre tus libros. “Uno sólo transmite lo que está vivo en uno”.

Me enseñaste que el madrij no es un profesional, sino un aficionado al cariño. Y que madrij se es siempre.

Siempre me echaste en cara que me vinculara con vos a través de Enrique, pero la verdad es que aun cuando a veces te llamaba simplemente para saludarte no podía superar esa barrera natural, ese respeto que me significaba tu voz y tu presencia.

Hace un par de semanas, con motivo de un video que necesitabas mandar a Israel para el casamiento de tu sobrino, surgió la oportunidad de ir a visitarte. Acababas de salir de una internación en el sanatorio, sabía que estabas delicado. Llegué y casi no reconocí tu departamento, estaba transformado en una especia de sanatorio domiciliario.

Me pediste que viera el video de tu sobrino y que te comentara mi opinión y estaba un poco contrariado entre tu permanente lucidez intelectual y tu estado físico que la filmación difícilmente podía disimular. Te dije que estabas fantástico.

Intenté amagar que me iba para no molestarte y me pediste que me quedara a charlar. Te pregunté por vos y me contaste de tus dieciséis pacientes en actividad (todavía hoy no lo puedo creer), pero querías que te hablara de mi. Y te conté de mis nuevos proyectos, de mis miedos, mis dudas. Te detuviste en mis estudios y me dijiste que yo necesitaba priorizar ese tema, pero que no me notabas convencido, y hasta que no me apropiara del tema no podría seguir adelante con los exámenes. Me di cuenta que ya nos conocíamos, que éramos –a pesar de la diferencia generacional- amigos.

Nada cambió desde ese día, estabas mal físicamente y vigoroso como nunca mentalmente. Me sorprendía mucho eso y lo comenté con Enrique y con Natán. Nada cambió desde ese día, hoy me enteré que tu cuerpo no quiso más, pero tus pensamientos vivirán por siempre en mi.
Hoy se cumplen 59 años de la declaración de la Independencia del Estado de Israel.

Un abrazo grande y fuerte.

Tu amigo,


Leo Naidorf

El entierro en Lehavot Javiva

Enrique,
Los cementerios de los kibutzim me brindan momentos de paz y de tranquilidad. Apartados del ruido, bajo arboles que vieron ya muchas lágrimas, en medio de un gran campo, llenos de luz, de paisaje de ruidos y aromas de la naturaleza.

Allí, en Lehavot Javiva nos encontramos todos los Argentinos de una misma generación, más adultos, con los signos de los años en cada uno de nuestos pasos, actitudes, palabras.
Había triteza y al mismo tiempo mucho placer del reeencuentro despues de tantos años.

Es como si Janán nos reunió a todos y nos convocó a un último encuentro.

Fue, por sobre todo un encuentro amoroso, lleno de amor, desinteresado, sincero y franco, con abrazos y besos y preguntas y cuentos y anécdotas.

Lo que me mandaste del último libro fue leido allí mismo, como así también parte de sus cuentos, relatos y recuerdos de amigos y familiares.

Pense que la parte de los que se quedaron en Argentina faltaba. Que me hubiera gustado,mucho estar justo en ese momento y en ese lugar contigo, con Natan, con Dani y sentirnos, todos juntos, parte de una familia, parte de un legado y Janán, hubiera sentido que todo ese amor que nos une, es parte de él, también y puede descansar y sentir que lo suyo ya está realizado.

Janán fue enterrado junto a sus padres y podráa escribir toda una novela como una familia de Remedios de Escalada se reune, al final del camino en el cementerio de Lehavot Javiva.

Me imagino que todavía se escribira mucho sobre Janán y desde todo punto de vista, profesional. personal y más. Hay como una necesidad de guardar todo, juntar todo, para retener, vivo a Janán entre nosotros.

Un abrazo.

Bemy Rychter (Desde Israel)

Queridos amigos

No se si lo recibieron pero esto que les adjunto (ver Cada uno con su Janán) lo escribio Alberto Mazor sobre la despedida de Janan en Lehavot Javiva.Por si no lo tienen se los envio.

Fue por supuesto un encuentro emocionante que reunió muchos amigos.
Reflejo simbolicamente el gran poder de convocatoria que tenia Janán : el de reunir a tanta gente y de distintos marcos; muchos que no se conocían, otros que se conocían pero no se hablaban, otros que se hablaban pero no se querían , otros que se veían pero hace tiempo que no se hablaban , otros que se hablaban pero no se querían ya ver nunca más...
Todos estuvieron allí.
El nos convoco a todos y estuvimos allí con todo nuestro cariño y afecto para darle ese saludo que estoy seguro no es el último.

Porque quien puede decirle el último adios a quien sabemos que todavía lo llevamos por mucho, mucho tiempo con nosotros.

Abrazos.
Iair Rubin (Desde Israel)

Cada uno con su Janán...

"Cuando muera, algo de mí morirá en ti. Cuando mueras, algo de ti en mí, morirá contigo. Porque todos - sí, todos - todos juntos formamos un único y vivo tejido humano; y cuando alguien nuestro se va, algo en nosotros muere, y algo queda con él..."
(Moti Hammer, "Un solo tejido humano")

El cuerpo de Janán Nudel Z'l ya descansa en la silenciosa tierra del kibutz de su familia, Lehavot Haviva, en la Baja Samaria.

Sus familiares, amigos y discípulos de todos los confines de Israel acudieron a despedirse de él. Veteranos con muchas horas de Janán en su haber y jóvenes que tan solo alcanzaron a leer o debatir algunos párrafos de sus libros, artículos o discursos. Activistas de la Agencia Judía, miembros de Hashomer Hatzair, de la Jativá Mordejai Anilevitch y de Nueva Sión, académicos, periodistas, intelectuales y varias generaciones de janijim. Un verdadero conglomerado humano de lujo, que carga sobre sus espaldas una historia muy particular del judaísmo argentino y latinoamericano.

Cada uno llegó con su Janán...

Para algunos, el médico psiquiatra, para otros, el director del Centro Médico Sefardí. Para muchos el fundador de la escuela Mordejai Anilevitch, para varios el presidente de la Asociación de Profesionales Judíos de la República Argentina. Para todos el filósofo, el profesor, el disertante, el escritor, el pensador, el ensayista, el creador, el madrij, el coordinador, el supervisor, el luchador, el amigo...

En fin, demasiado Janán para repartir entre tanta gente.

Su sobrino recalcó el lugar determinante que Janán ocupaba en el íntimo marco familiar. Dóvale Fishbain, miembro de su kvutzá, relataba como soñaban juntos "el sueño profundo de la juventud", y como escuchó hace unos días a Miguel Steuermann, director de Radio Jai, decir que Janán siempre iba en busca del diálogo y encontraba los términos exactos para definir las situaciones más controversiales.

Nurit y Najshón Aizen, también amigos íntimos, hablaron sobre la necesidad de Janán, en sus últimos días, de contarles en Argentina sobre las diferentes etapas de su vida; sobre el enorme dolor que le produjo saber que no podría hacer aliá junto a sus javerim de la tnuá, o sobre su familia en Israel, de la cual se sentía tan orgulloso.

Leonardo Senkman leyó partes de la última carta que Janán le envió anunciando su próximo final.

Luego siguió una selecta variedad de frases de Janán, extaídas de sus escritos:

"...Frente a la adversidad hay dos posibilidades: sufrir o acusar. El que sufre encuentra los recursos propios que incluye sus seres afectivos. La energía, el equilibrio, la fuerza y en particular el espíritu, mientras que se convierte para las personas en un ser para los demás, y los que tenemos la posibilidad de amar, vivir para seguir siendo uno y ayudar a quien decidió que necesita de uno.

En los que acusan se quedan solos tramando venganzas, despechados con la vida, enojados, como si algún otro hubiera producido el malestar..."

"...Es inevitable la pregunta: ¿Porqué a mí? Y la inequívoca respuesta: ¿porqué no?..."
"...Mi principio fundamental es que saber es más importante, útil y tranquilizador que nos saber..."

"...Tengo una enfermedad que me consume mucha energía, pero en ningún caso me esclaviza ni tampoco me somete. No es mi rival, no es mi enemiga, no es una parte no elaborada de mi sistema psíquico, es del lenguaje del cuerpo. En el ser humano hay enfermedades que entran por el aparato psíquico y hay enfermedades que entran por el cuerpo, y ambas luego toman la totalidad..."

"...Recuerdo las palabras de mi analista: "Ten presente que siempre te ha salvado la sinceridad que tuviste con tu cuerpo”. Pero hay algo más: el deseo de vida; siempre que haya alguien en quién esté puesto ese deseo..."

Creo que a pesar de lo que escribe Moti Hammer en sus versos, mientras la gente continue viviendo en cada uno, no morirá tan fácilmente. De ser así, no hay duda que Janán tiene garantizada su continuidad durante mucho tiempo y a través de muchos que tuvieron el privilegio de conocerlo y dialogar con él.

En momentos en donde el abuso de las palabras hace que los significados de las mismas se devaluen, se puede decir que el espacio que Janán ha desarrollado con su inteligencia, análisis, profundidad, sinceridad y agallas, no será fácilmente ocupado.

Para quienes viven en el mundo de los interrogantes, aceptan la diversidad, alientan el aprendizaje, promueven la autocrí­tica y la crítica; para quienes profesan la religión del humanismo, acatan la duda y ansían una comunidad creativa y emprendedora, se ha marchado un enorme militante y un brillante maestro.

Cada uno y su Janán...

Para mí, personalmente, Janán siempre será como ese pequeño gusanito o como esos largos trenes con una locomotora en cada extremo que permite al conductor observar el mismo paisaje en su trayecto de ida y vuelta. La cola es también cabeza, de modo que el tiempo, y con él nuestra vida, siempre pueda admitir tener una doble percepción y un doble sentido.

Así evolucionan nuestras almas, Janán sigue viviendo en quienes lo aman, siente en ellos nuevas experiencias, como si en nosotros fuera corrigiendo errores anteriores, paso a paso, hasta que, al fin, ese mismo gusanito llega un día a donde se encuentran las hojas, descubre el tronco y pretende descender o alcanzar la punta de una de ellas, entiende que llegó la hora de formar capullo y amanecer convertido en mariposa que logra su libertad en la plenitud del vuelo.

Entonces, su alma alcanza su paraiso particular, el que ella ha elegido: la tierra mansa o la convulsiva; allí donde el tiempo se detiene porque no queda futuro, porque vivir o morir se transforma en un presente continuo, porque el espíritu ha comprendido que la vida o la muerte son ahora, ya mismo, sin soňar con recuerdos ni anhelar esperanzas.

Descanza en paz, mi amigo Janán...


Alberto Mazor (Desde Israel)

Una Historia de Amor


La última vez que nos vimos sentí que posiblemente no volvería a verlo. Para algunos era Kalmen; para otros, Carlos. Para nosotros, fue siempre papá.

Era bajo, hermoso, callado, de cabellos blancos, ojos celestes, mirada dulce y sonrisa agradable. No era inteligente. No resultaba necesario. Esa función la cumplía mamá.

Nos enseñó el amor, un amor sin palabras. Tampoco eran necesarias. Las palabras las tenía mamá.
No era desconfiado. No resultaba necesario. Esa función la cumplía mamá.

No se daba cuenta de las cosas. Nos enseñó a no darnos cuenta de las cosas. Mi mamá se daba cuenta de todo.

Aquí nos separamos. Mi hermano tomó lo de mi papá y yo lo de mi mamá. Cuando falleció papá, mi hermano tomó lo de mi mamá; y como yo no pude olvidar lo de mamá, no pude tomar lo de papá.


Mi papá no tenía conciencia del dinero. La conciencia del dinero era función de mamá.

Mi hermano y yo vivimos con lo que nos enseñó papá. Todavía no podemos tomar lo de mamá. Cuando nos encontramos con mi hermano, nos lamentamos de no haber aprendido de mamá, por lo menos, que uno tiene que pensar antes de dar.

Mi papá era inconsciente de su inconciencia. Nos transmitía la inconciencia con naturalidad.

En cambio mi mamá, como era más conciente de la inconciencia de todos, no podía usar su inteligencia para enseñarnos con naturalidad.


En realidad, su inteligencia no le sirvió para aprender el tema del dinero. Ella nos enseñaba que el dinero que papá traía no tenía valor. Como no reconocía lo que teníamos, mamá nos enseñó el miedo a la miseria. Cuando nos lamentamos con mi hermano por dar más de lo que podemos, es porque no valoramos lo que tenemos.

Mi papá fue siempre bueno. Mi mamá era autoritaria. Mi papá siempre empezaba por el "sí". Mi mamá empezaba siempre por el "no". Nosotros somos como mi papá. Empezamos por el , pero elegimos a los que empiezan por el no.

Mi papá nos enseñó el silencio porque no tenía palabras. Mi mamá nos enseñó las palabras, porque no tenía la posibilidad de quedarse en silencio. Mi papá no podía escuchar a mi mamá porque no podía hablar. Mi mamá no podía callarse porque mi papá no hablaba. Mi hermano y yo tuvimos que aprender solos a escuchar y a hablar.


Ellos no hablaban ni escuchaban.

Hablar es decirle algo a otro que escucha. Escuchar, es recibir algo de odio para seguir hablando. Mi papá nos enseñó a sentir; mi mamá nos enseñó a pensar.

Mi papá nos enseñó que 10 importante era el presente, sin palabras, porque no las tenía. Mi mamá nos enseñó el miedo al futuro porque creía vivir en la miseria. Se amaron muchísimo aunque prefirieron seguir siendo cada uno.

La tarea de mi hermano y la mía, fue aprender que uniendo lo que uno no tiene con lo que el otro tiene, no se deja de ser uno.

Se odiaron en silencio. Cada uno sentía que esa no era la vida que quería vivir. Era la vida que vivían.

Mi hermano y yo tuvimos que aprender solos que la vida que uno tiene que vivir es la que puede. Ni la que debe, ni la que no puede.

De ellos no fue posible aprender la vida que cada uno de ellos podía vivir. Nos enseñaron la vida que no podían vivir.

Cuando mi papá enfermó, nos enseñó el poder de la voluntad. Siguió trabajando, leyendo, interesándose por todo.

Mi mamá nos enseñó la solidaridad. No lo abandonó en ningún momento.

Cuando mi papá dejó de caminar, mi hermano se volvió el papá de mi papá. Mi papá desconocía que no podía caminar.

Mi mamá, para seguir viviendo siempre con él, fue su conciencia como antes, cuando caminaba, atendiéndolo y al mismo tiempo reprochándole a lo que habían llegado, porque él no la escuchaba.


Como mi papá ignoraba que no podía caminar, cierta vez se levantó. Mi mamá, que estaba cerca, quiso evitar la caída. Se cayeron juntos; juntos se levantaron.

Mi hermano y yo tuvimos que aprender solos a levantar al otro sin esperar a que se cayese Y aprender, además, a no caerse con el otro.


Mi hermano esperaba otro hijo. Mi papá supo que mi hermano ya no podría ser más su papá.

Papá falleció. Dio lugar al nacimiento de lo nuevo. Era una niña hermosa. Mi mamá sigue viviendo. Ahora nos enseña cosas diferentes. Tiene 83 años, trabaja, cocina, lee y mira televisión. Ya no se puede reír dulcemente de mi papá dormido mientras mira televisión; es ella la que se duerme.

Ya no es tan autoritaria. Habla y escucha. Ahora, que oye menos, escucha más. Sigue reprochando, aún hoy, las actitudes de papá, porque la vida sigue.


Nosotros lo defendemos. Entonces ella reconoce que no hubo otro padre como el nuestro.

Ser conciente y hablar por dos, no fue fácil para mi mamá. Vivir con alguien que era conciente y hablaba por dos, no fue fácil para mi papá.


Mi hermano y yo tuvimos que aprender solos a ser concientes y a hablar por uno.


Nos dieron lo que pudieron. El resto fue haciéndolo cada uno de nosotros.

Tuvo mucho que ver con lo que papá y mamá nos enseñaron. Mucho más, con los que fuimos aprendiendo por nosotros mismos.

Mi papá enfermó. El médico le explicó a mi hermano lo que tenía papá. Cuando mi hermano me lo dijo, agregó que eso era lo que papá tenía, pero no lo que papá era: un peleador que amaba la vida. Mi hermano le puso palabras a lo que vivía mi papá, porque mi papá no tenía palabras. Esas palabras significaron mucho para mí.

Me enseñaron a discriminar lo que uno es, de lo que uno tiene. Cuando mi propia enfermedad se complicó, mantener discriminado lo que yo era de lo que yo tenía, me permitió sobreponerme.

Mi hermano no dudó en darme un riñón. Su familia tampoco. Mi mamá me alentaba. Tenía pánico por lo que podía pasar, pero estaba orgullosa por lo que estaba pasando.

Su inteligencia le permitió saber que era el momento de expresar el amor que me tenía. Su violencia conmigo, por no ser yo lo que ella esperaba, se desvaneció.

Desapareció la violencia entre mi mamá y yo. Comprendió que yo la necesitaba; desplegó entonces un amor sin condiciones.

Mi papá nos enseñó el presente, porque no pensaba en el futuro.


Mi mamá nos enseñó a pensar, porque hablaba callando lo que sentía.

Mi papá nos enseñó que la vida se termina y mi mamá nos enseñó
que la vida sigue.

Mi hermano y yo, aprendimos de ellos que la vida sigue hasta que un día se termina.

Por nosotros mismos aprendimos que papá sigue vivo en nosotros porque nos amó, no sólo porque lo amamos.

Mi hermano y yo aprendimos solos, que vivir el presente es la única manera de garantizar el futuro.

Cuando nos preguntamos " que es vivir el presente", nos contestamos que es vivir la vida que podemos. No la vida que debemos ni la que no podemos. Ninguno de los dos lo logró plenamente. Cuando nos encontramos con mi hermano, hablamos y nos escuchamos.

No necesitamos cuidarnos de seguir siendo cada uno. Aunque somos mellizos, uno es Pedro y el otro, Juan.

De mis padres aprendimos la vida que no podían vivir. Cuando ellos nos miraban, le encontraban sentido a la vida que vivían. Cuando nosotros los miramos vemos en ellos sólo el comienzo de la vida que vivimos. El resto lo hicimos nosotros.

Papá falleció. Nació una nena hermosa que no lleva su nombre. El está vivo en nosotros, porque nos amó.

Mi mamá se levanta a las seis de la mañana para trabajar. Se olvidó de la miseria.

Mi hermano y yo somos maestros.

De mi papá aprendimos a sentir, porque no tenía palabras.

De mi mamá aprendimos a pensar, porque no podía callarse.

Mi hermano y yo somos maestros; lo que enseñamos es la vida en la que creemos nosotros.


Janan Nudel

martes, 15 de mayo de 2007

Avisos Fúnebres diario La Nación

NUDEL, Janan, Dr. , Z.L., falleció el 14-5-2007. - Con profundo dolor participamos el fallecimiento de nuestro querido amigo, maestro y permanente colaborador. Su amor, enseñanzas y ejemplo personal perdurarán por siempre en nosotros y en todos aquellos que tuvieron el placer de ser marcados por sus huellas indelebles. Ejemplo de entrega y compromiso a sus semejantes y a su comunidad. Sus restos serán sepultados en la tierra de Israel, encuentren allí el merecido reposo eterno. Leonardo Naidorf, Enrique Grinberg. Departamento de Hagshamá O.S.M. Publicado: 15.05.2007

NUDEL, Janan, Dr. , Z.L., falleció el 14 de mayo de 2007. - Lamentamos profundamente el fallecimiento del amigo y colaborador de Memoria Activa. Extrañaremos su palabra cálida, su consejo en tantos momentos difíciles, su sabiduría, su incansable lucha por los derechos humanos y por la vida. Publicado: 15.05.2007

NUDEL, Janan, Lic. , Z.L. - La DAIA participa el fallecimiento de su querido amigo, destacado profesional, reconocido intelectual, educador y formador de dirigentes y acompaña a su familia en su dolor. Sus restos descansarán en Israel. Publicado: 15.05.2007

NUDEL, Janan , Z.L., falleció el 14-5-2007. - Con tristeza y dolor despedimos a nuestro amigo y genial colaborador del American Jewish Joint Distribution Committee Publicado: 15.05.2007

NUDEL, Janan , Z.L., falleció el 14-5-2007. - Enrique y Diana Burbinski, Laura Fainstein, Natan Sonis, Ruthy y Dany Colodenco, Mashe y Leonardo Birman, Mónica Cullucar y Enrique Grinberg lamentamos con profundo dolor la desaparición física de nuestro amigo, maestro, hermano y guía, Janan Nudel. Tu palabra, tu abrazo, tu mirada, tu sonrisa y tu silencio, nos acompañarán siempre. Publicado: 15.05.2007

jueves, 10 de mayo de 2007

El boguer de hoy, de ayer y de mañana

Ante el requerimiento del Dto. de Hagshmá son estas algunas reflexiones sobre la encuesta realizada por bogrim.
Dr. Janan Nudel

ANALISIS

A partir de un encuentro de bogrim en el que participaron aproximadamente 100 de ellos, se programó una actividad que expresara como tenían incorporada la tnua de ayer, la de hoy y como visualizaban, la tnua de mañana.

Con el nombre de ayer situaban un movimiento que los antecedió, sin poder a través de las respuestas saber a que ayer(tiempo) se referían.

La tnua de ayer puede ser la de sus comienzos, o también la que ellos suponen que desapareció antes de que ellos ingresaran. La que existió en un momento determinado hasta que dejó de ser.
Por algunos términos que utilizaron se referían a una tnua sionista, realizadora y jalutziana.
La de hoy aparece definida como la no tnua de ayer, y la de mañana, como la no tnua de hoy.

Características del boguer que enumeraron con mayor frecuencia de la tnua de ayer:

1. Constructor de la historia
2. Iniciativa
3. Compromiso con el sionismo realizador.
4. Mayor sentimiento
5. Alia en garinim
6. Mas fuerte ideológicamente.
7. Iniciativa
8. Muy tradicionalista
9. Empuje
10. Militante
11. Compromiso con el judaísmo
12. Ideas claras
13. La tnua como forma de vida
14. Coherencia
15. No rendirse nunca
16. Vanguardista
17. Dejo el creer que la única verdad era la tnua
18. La intransigencia
19. Descarto las ideologías cerradas
20. Poca tolerancia

La tnua se transmite como algo idealizado e inalcanzable. La tnua del ayer, no queda claro hasta cuando se habla del ayer, es un paraíso revolucionario. Luchaba contra la asimilación y se preocupaba por la comunidad.

La tnua jamás lucho contra la asimilación, se embanderó detrás del antisemitismo. Para los javerim de la tnua de ayer la comunidad era un espacio deteriorado y conformista. Vivía una vida paralela a la de la comunidad judía de la que no se sentía parte, de igual manera que la alía no era a Israel sino al kibutz.

No aparecían dudas: un ideal puro.

Es cierto el compromiso con la causa aunque la vivíamos como propia, pero sin entenderla. La identificación con la ideología no surgía del conocimiento sino por ser javer de la tnua.

De verdad creíamos en un mundo mejor, sin conocer lo peor del mundo.

NO EXISTE EN LA IMAGEN DEL BOGUER NINGUNA CARACTERISTICA QUE HUBIESE QUE MODIFICAR

Para un javer de la tnua lo más seguro era otro javer de la tnua.

Había competencia por los roles. En especial los madrijim que amábamos nuestro trabajo, hacíamos visitas domiciliarias. Ser madrij daba un status. Como en la familia, no había en la tnua una persona con la que hablar un problema personal.
Existía el ocultamiento.
Era un régimen militar, que no se daba en garinim que se integraban a la tnua de otras instituciones, y que habían tenido una formación distinta, una vez que eran más grandes.
Mas aliot por ideología. La alia de un garin era un motivo de fiesta. Sólo se interrumpió cuando nos enteramos que javerim de uno de los garinim que subió al barco fumaba y se emborrachaban. Muchos volvieron por considerarse marxistas.
No estaba en nuestra posibilidad elaborar ese hecho.
Otro golpe fue en el año 1959 cuando nos enteramos que todo el garín que había estado en el kibutz Jatzor, en el majan abandono el movimiento.
Como se percibe por estos hechos, comienza un proceso de desidealización, ya a partir de los años 60.
La militancia era un valor reconocido. Pero no teníamos ninguna posibilidad de autocrítica. Los valores de los movimientos juveniles eran: Amor por la kvutza, el kibutz, éramos una vanguardia. Nuestra calidad de vida se sostuvo en la ingenuidad y la confianza. Cuando alguno salía del movimiento era un quiebre para todos. La palabra traidor resonaba en nuestras mentes.
Nuestro compromiso era ilimitado y la tnua era nuestra prioridad. En el año 1953 ya cada uno elegía cual era su carrera en el secundario. Nuestra realidad era el kibutz, vivíamos para servir, y para nosotros la tnua era un solo un tránsito.
No había un sólo javer que no pensara en la alia mientras estaba en el movimiento. Cuando salía era que habíamos fracasado en evitarlo.
En 1959 los que estábamos en el majón, durante nuestra estadía en el kibutz, escuchábamos comentarios que era mejor estudiar primero y luego hacer alia. La mayoría tenía que elegir o la universidad o la tnua.
En el imaginario quedó la frase ser “ boguer hasta la muerte”. Es una frase que devela la realidad de los movimientos en lo que se nombra con “ el ayer”.
Ser boguer hasta la muerte es fundamentalismo. Segundo, no era posible ser boguer hasta la muerte porqué te expulsaban del movimiento.
Se observa la idealización en:
La idea de compromiso. En las tnuot siempre fuimos minorías.
La crítica social. No estaba desplegada la crítica sino la acusación. La crítica deviene de poder pensar en libertad.
La capacidad de iniciativa. ¿Qué iniciativa se podía tener en una estructura que no podía ser pensada?
El empuje. Es verdad, había empuje, si se entiende por empuje ir hacia delante con impulso. No existía empuje si se trata de desplegar la capacidad intelectual o de carácter. En la tnua nadie era el que quería ser, sino el que debía ser. En la tnua era lo unificado, lo igual. Si bien el madrij era muy cálido, su formación no le permitía analizar aquello que sus janijim atravesaban.
Las ideas claras. Las ideas no estaban claras; si estaba claro el camino. Lo dije en una oportunidad: “nosotros luchábamos por ideales antes de saber el significado de las palabras.
Valentía para defender las ideas: ¿ Ante quién? ¿ Quién era el sujeto frente al cual defender nuestras ideas? La tnua era un ideal. Comprometía la vida de muchos de nosotros. Los que fueron más independientes resolvieron mejor situaciones que se les plantearon.
Cuando se nombra la tnua de ayer, hubo varios “ ayeres”. Al que el grupo se refiere, entiendo, no tiene que ver con las primeras aliot. En las aliot hubo un porcentaje que lo hizo por razones ideologicas. La mayoría por razones personales.
Aquello que creo el imaginario(lo maravilloso de esa tnua con respecto a lo siniestro de la de hoy) resultó de otro imaginario(la idea que éramos críticos y libres, ni una ni la otra).
La tnua fue un lugar hermoso porque comprometía nuestra vida. No lo era por la manera en que comprometía nuestra vida.
Hicieron alia grupos que se formaron fuera de la tnua, muchos exitosos. Hubo garinim de gente más grande, que había resuelto aspectos de su vida personal. Para nosotros no existía la persona sino la kvutza(el grupo).
La tnua fue más exitosa cuando el kibutz tenía una función en Israel. Siguió siendo menos importante a medida que la figura del kibutz y del jalutz se fue deteriorando.
Si es cierto que era la prioridad para aquellos que estaban en la tnua. Pero cuando hablo del año 1959 ya el ideal no fue tan avasallador como lo había sido hasta ese momento.
En el kibutz hay miembros que entraron por razones ideologicas, pero también muchos que lo hicieron por otras razones. Debe ser difícil reconocer si aquellos que más creían en el ideal resolvieron mejor la crisis a la que se confrontaron.
Las vivencias fueron lo más enriquecedor. El creer en algo que trascendiera al yo, aunque no sabíamos que era, hizo de muchos de nosotros seres más nobles.
Tal vez el error estuvo en la transmisión: idealizar la tnua de antes que descalifico aun más la de ahora. Sin embargo en la actual, asoman características que corresponden más a una democracia que la tnua de ayer.
No aparece en el imaginario de la tnua de ayer ninguna fisura, ningún cuestionamiento, ninguna reflexión sobre la forma en que vivíamos en ese lugar. El lugar era lo emblemático. Quizás su riqueza estuvo en aquello que no se nombró: la amistad, la fe, la competencia con las otras tnuot, el interés por una forma de vivir que no hubiésemos podido conocer de otra manera. La alegría que teníamos de estar con el otro. La complicidad que compartíamos de creernos los mejores como hombres y como judíos. Todavía para nosotros había una diferencia entre los hombres y los judíos. Vivimos separados del judaísmo. Teníamos una manera particular de vivir como judíos: estabamos en el kibutz, ajenos a aquello que pasaba alrededor, y sólo afectados por el antisemitismo. No éramos parte de la comunidad salvo como protesta.
No conocíamos gente de afuera. No podíamos, aunque nadie lo prohibiese, vincularnos con otra gente que no éramos nosotros.
Demasiados “no” a cosas importantes pero que no nos competían, y “sí” fáciles con compromisos que nada tenían que ver con nuestra edad.
Esa idealización no favoreció a la tnua de hoy. La tnua de hoy tiene que crecer sin un destino claro: aquí las ideas están más claras. Cada uno debe decidir por sí mismo su destino. Antes la pelea formaba parte de la situación, hoy la pelea es una decisión.
Siempre hubo roces vinculados con el poder. Pero también hubo roces más amorosos, sin tocarse porque estaba prohibido. Hace poco participé de un encuentro con un grupo religioso que recordaba con afecto y sumisión, al rabino que estuvo durante la formación de la institución.
Quienes estuvieron con él pensaban que de haber seguido el mismo rabino muchos problemas se hubieran resuelto. No faltaron entre los que lo desconocían, quienes dijeron que no aceptarían ese liderazgo.

La tnua de ayer evitó el preguntarse acerca de la tnua. La tnua de hoy no deja de preguntarse alrededor de la tnua. La tnua de ayer tenía todo claro porque no preguntaba, la de hoy tiene todo confuso, porque se preguntan porque no son como los de ayer. Si haber sido como los de ayer fue aceptar la perdida de la libertad, ser como los ayer en el hoy, es la perdida de consciencia de la realidad.

Hay cierto reconocimiento que la tnua de ayer era cerrada, intransigente y con poca tolerancia. Pero estas características aparecen paralelas al concepto que tenían de los bogrim y de la tnua de ayer. No significan con claridad que limitaciones creaban en los bogrim, esta única manera de poder ser.

De todas maneras, en los caracteres de la tnua de hoy aparecen indicadores de mayor conciencia, aunque de menos militancia.

La tnua de hoy no nombra lo mismo que la tnua de ayer, más aun, ni siquiera los ideólogos de la tnua de hoy tienen certeza de hacia donde orientar su educación.

En las respuestas de la tnua de mañana reina un escepticismo vinculado a sí habrá boguer, ¿ Qué boguer? Para otros habrá tnua. Esta en duda la continuidad del movimiento, aunque es probable por lo que se insinúa que será algo distinto, pero que seguirá(de acuerdo a las encuestas).

1. Superficiales.
2. No saben hacia donde van.
3. Un marco social.
4. Poca fuerza.
5. Poco sentimiento.
6. Desilusión.
7. Pocas ganas de mejorar
8. Menos alia
9. Mayor escepticismo por temas judíos
10. Pocas ganas de mejorar
11. Poca concreción de proyectos
12. Pocas ideas claras
13. El compromiso con el sionismo realizador
14. Identificación pobre con la tnua
15. Descarto un pasado mejor
16. Soy mejor de lo que piensan
17. Las ganas de adaptarse sin perder la identidad
18. Sentimiento de pertenencia
19. Pertenencia
20. Continuidad a pesar de todo
21. Mantener en esta sociedad(2)los valores de la tnua
22. Conversar sobre como era la tnua de ayer de hoy y de mañana

Análisis:


Una rápida lectura de las características de la tnua da sin duda un síndrome en menos. Aquello que en el ayer estaba ahora desapareció.

No saber hacia donde ir, es seguramente una dificultad que no depende sólo de los bogrim. A partir de que el ser no tiene dirección, su proyecto lo situara en un lugar desde el cual pueda darle un sentido a su vida.

El sentido de la existencia misma del boguer esta planteado en el trabajo. La palabra poco, si bien no niega la existencia de algo, lo disminuye en significación: poca militancia, ideas, compromiso, sentimiento, pocas ganas de mejorar, poca fuerza. Poca concreción de proyectos, poca alia.

Pero hay un dato evidente: si bien estar en la tnua nombra algo distinto, eso distinto que nombra no admite comparaciones con la tnua de antes. Antes era un camino hacia Israel, aunque muchos se quedaran, ahora es un lugar donde transcurrir la adolescencia aunque algunos hagan alia.

La pregunta cambia: ¿ Cómo viven la adolescencia los jóvenes que circulan por el movimiento?
Si bien la tnua embandera la alia, ya no lo hace como la única verdad, y termina desvalorizando lo que ella misma produce.

Es conocido que “el que cree que todas las frutas maduran con las cerezas, no conoce las uvas”. La búsqueda de la identidad de los hijos no tiene que ver la identidad de los padres, sino con lo propio.

No aparece lo propio durante la encuesta. Para los fines que se propone la tnua hoy es posible que sí cumpla con sus objetivos, o no. Pero no está claro con respecto a que proyecto se piensa.
Sin embargo aparecen comentarios desde un lugar de debilidad que van introduciendo algunos elementos que no figuraban en la tnua de ayer, como por ejemplo:

Atravesar la búsqueda de una identidad en un momento de integración al medio circundante.
Mantener la tnua cuando no está en el deseo de nadie, más allá del propio.
Seguir con preguntas sobre el boguer de hoy, de ayer, y de mañana.
Querer participar de un mundo más abierto.
En una sociedad que alimenta el individualismo a ultranza, en la cual el kibutz aparece como un destino dudoso, en que Israel atraviesa por situaciones que ponen en riesgo los valores que sostuvimos durante nuestra vida, y no la de ustedes, y que ustedes recibieron las consecuencias de aquello que nosotros no podíamos ver. En un país que no se sabe si podrá o no resistir económica y políticamente, sin destinos laborales y con una desocupación desconocida hasta hoy, con indicadores de pobreza que comprometieron a la clase media, tampoco la tnua puede ser otra que la que es.

Si es posible que no sea la que pueda ser desde aquello que se plantea.

Continuar a pesar de todo, y reconocer la dificultad es un adelanto respecto a la tnua de ayer.
Descartar que lo pasado fue mejor son dos cosas al mismo tiempo: por un lado, desde la globalización uno de sus principios, pero como está sugerido en esta encuesta, es una denuncia: dejen de apabullarnos con lo que fueron y déjennos ser como somos. Tampoco fueron como dicen que fueron. ¿ A quién le habla este boguer? ¿ Quién lo hostiga? No es su conciencia, no es su sentimiento de culpa, sería más bien un pasado que le fue presentado como inalcanzable. Sumado a ello en el que muy pocos creen.
A ese mismo interlocutor le contesta: soy mejor de lo que piensan.
Son mejores de cómo los piensan. Por la profecía de Thomas, aparecen demandados en lo que no pueden y no en lo que pueden.
De verdad están ahí, en San Bernardo, discutiendo, pensando, hablando, juntos, ya eso es importante.
Respecto al boguer del futuro, imaginan la tnua por muchos años. No saben cómo, no saben a qué se llamará boguer. Creen que habrá amor por la tnua ( presencia) al mismo tiempo, se preguntan: ¿ Qué boguer?( ausencia), o se busca boguer. Se imaginan dilemas(¿pienso luego existo o existo y luego pienso? No van a saber de donde vienen (memoria) ¿Volverá a ser como antes? (dudas). ¿ Habrá janijim? (continuidad).
En un mundo tan cambiante tampoco es importante que lo sepan.