jueves, 23 de agosto de 2007

¡Querido hermano!


Es hora de medio día, en casa no hay nadie, creo que esta es una hora adecuada para estar contigo.

Yo entro en el ICQ y trato de recordar mis últimos diálogos contigo.

¿De dónde?, ¿de dónde Juan , sacaste las fuerzas, como luchaste, hora a hora, día a día, mes a mes, diecisiete años de lucha perpetua?.

Me acuerdo que Héctor te dijo una vez: "yo con un décimo de tus enfermedades hace mucho que hubiese estado en el cielo". Sonriendo le contestabas: "vos no te preocupes, yo viviré muchos pero muchos años.

Me esperabas que vuelva de los Rikudim, entrábamos en el ICQ y conversábamos, nos recordábamos de todas las figuras del "SHTEITL" que ya habían pasado al otro mundo, los imitábamos y nos matábamos de la risa, una risa contagiosa que se escuchaba desde lejos y que despertaba a Anat.

Te contaba que me siento feliz, que disfruto de cada instante y de todo lo que hago, que Dotan se casa, que Rotem tiene novio, y eso te daba un montón de fuerzas para seguir luchando porque los dos éramos un único cuerpo.

Juan te escribo y las lagrimas se van derramando, "¿cómo puede uno despedirse de una persona como vos", dicen tus amigos y que diré yo que tu eres parte de mi y yo parte de ti.

Desde lejos escucho tu voz: "Pedro la vida sigue, yo no pude más pero vos debes continuar".

Si Juan, nosotros seguimos adelante, quería contarte que Jen sigue tus huellas y le va muy bien en sus estudios de Psicología, que Rotem y Alon se casan, se que con este momento soñaste y que no pudiste llegar a el.

Juan , fue un casamiento de novela!, que divino!. Que alegría, tenias que verlos con una sonrisa enorme de la que no se despegaron durante toda la fiesta. Solo faltabas vos para completar el cuadro.

Rotem no pudo venir al cementerio, le esta prohibido, un pequeño futbolista, da vueltas en sus entrañas. ¿Entendes Juan?, pronto voy a ser abuelo. Como podré recibir a ese nieto sin tu presencia, como crecerá sin ese tío que tanto amo a cada uno de mis hijos que crecieron bajo su calida y sabia sombra.

Juan yo te escribo y las lágrimas se van derramando, cuanta gente se comunico conmigo desde Argentina, desde aquí Israel para estar conmigo, contigo en este momento.

Cuanto amor, cuanta sabiduría derramaste para recibir tanta admiración y adoración
.
Intento terminar este "ESPED" y no lo logro. Quiero estar un poquito más, un poquito más con vos antes de separarnos.

¡Querido hermano!, te prometo que seguiré tu camino, nuestro camino: "Dar a la gente todo lo bueno que tenemos".

Amar, amar y amar.

No hay comentarios: